¿Por qué es buena la matronatación para los bebés?

¿Por qué es buena la matronatación para los bebés? ¿Si llevo a la piscina a mi bebé con cinco meses nadará mejor cuando cumpla diez años que si le llevo cuando tiene cuatro años? ¿Y si le llevo con seis?

Déjanos explicarte algunos conceptos sobre matronatación y tal vez al final seas tú capaz de responder a estas preguntas.

Lo que nosotros buscamos con nuestra actividad es estimular el desarrollo de los bebés.

¿Esto qué significa? El desarrollo se basa en tres procesos.

Por un lado, está el crecimiento, que tiene que ver con el aumento continuo, gradual y proporcionado de la talla y el peso del cuerpo. Este proceso depende de la dotación genética, de la alimentación y el descanso del individuo. Lógicamente, si hay problemas de desnutrición, por ejemplo, el bebé no se va a desarrollar correctamente.

Por otro lado está la maduración que es un proceso fisiológico de cambio de estructuras que favorecen la realización de funciones determinadas. Depende de que cada estructura esté ajustada de un modo determinado. Un ejemplo muy claro de este proceso se da en la adquisición del habla. Hasta que la laringe del bebé no alcanza determinada posición, el bebé no puede articular el lenguaje, mientras tanto una cosa que sí puede hacer es mamar y respirar a la vez.  Así que un precio que pagamos por ser capaces de hablar es la posibilidad de atragantarnos al comer.

Y por último está el desarrollo, que sería la combinación de los dos procesos anteriores con unos polvos mágicos muy importantes en todo este proceso, esto es la experiencia.

Si un niño no tiene ningún problema de crecimiento ni de maduración, pero no tiene la experiencia adecuada, no desarrollará sus habilidades. O, igual que no por mucho madrugar amanece más temprano, tampoco por mucho estimular se madura más temprano. Tiene que llegar el momento correcto para que el proceso se pueda dar, así que no te empeñes en que el niño diga esos versos que tanto te gustan si aún no tiene maduro su aparato fonador.

Habrás oído hablar o leído acerca de la mielinización del sistema nervioso central ¿No? Ah, que no… Bueno pues también te lo explico. Cuando el bebé nace, tiene una cantidad enorme de conexiones nerviosas, pero aún le falta esa parte que recubre estas conexiones. En un símil de bricolaje, esta mielinización sería el plástico que recubre los cables eléctricos y que evita que se conecten por aquí y por allá y haya cortocircuitos.

Esta abundancia de conexiones le da a la persona un enorme potencial para aprender muchas cosas, pero será su experiencia la que vaya provocando que las partes más utilizadas se mielinicen y se mantengan y las que se utilizan menos se deshagan. De ahí que sea interesante hablar al bebé en diferentes idiomas desde pequeñito.

Y ahí es donde entra la matronatación, en el campo de la experiencia. Lo que nosotros ofrecemos no es enseñar a tu bebé a nadar, sino un enorme parque de juegos en unas circunstancias que normalmente no puedes tener en casa y que le ofrecen una variedad enorme de posibilidades de percepción, movimiento, manipulación, expresión, etc, etc, etc.
O sea que no por traer a un bebé a la piscina con seis meses va a nadar a los seis años mejor que otro compi que haya empezado en la piscina a los cinco años. Pero seguro que va a tener una mejor percepción espacio-temporal, una mejor psicomotricidad gruesa y fina, una mejor coordinación, una mejor capacidad de expresión y, sobre todo, se lo habrá pasado mucho mejor durante los seis años anteriores y “que nos quiten lo bailao” ¿No?

Y ahora que sabes todo esto ¿Tú qué crees, es más interesante empezar con la matronatación del bebé desde sus primeros meses o mejor esperar?
Si necesitas cualquier información adicional, no dejes de contactarnos.

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